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gafas de sol niñosDe manera generalizada, cada vez somos más conscientes de los peligros a los que nos exponemos grandes y pequeños cuando no nos protegemos del sol lo suficiente. Esta conciencia está muy arraigada en la protección de la piel: usamos cremas protectoras de los rayos UV de mayor graduación que hace 10 ó 15 años y son muchas las personas que confiesan no tomar el sol y que protegen especialmente a los más pequeños permanentemente.

No obstante, a veces nos olvidamos que hay otra parte de nuestro cuerpo tan delicada como la piel que sufre con la exposición solar: nuestros ojos.

Además en el caso de los niños, el factor de riesgo aún es mayor por lo que a partir de 1 año de edad es muy recomendable proteger su vista con gafas de sol homologadas especiales para niños, si bien antes de esta edad, en la etapa de bebés debemos buscar protección de otro tipo como sombrillas, gorros y sobre todo, una menor exposición.

Pero, ¿por qué es importante proteger los ojos de los más pequeños?

gafas de sol niños1. Cuanto menor es la edad del niño, peores pueden ser las consecuencias de una exposición solar intensa. En niños de hasta 12 meses el cristalino, que ejerce de filtro natural de la luz y las radiaciones no está totalmente formado por lo que deja pasar gran cantidad de radiación UVA (90%) y radiación UVB (50%). Además las pupilas son mayores en estas etapas por lo que el área de exposición es aún mayor.

2. Un exceso de sol puede dañar los ojos de los niños a largo plazo. El ojo humano alcanza su madurez a los 25 años aproximadamente. Durante todo ese tiempo, el cristalino va aumentando progresivamente su capacidad de filtrar los rayos perjudiciales. Como en el caso de la piel, la radiación solar es acumulativa y puede ser determinante a largo plazo en el desarrollo de cataratas, glaucoma o degeneración macular.

gafas de sol niños3. Un exposición excesiva puede tener efectos inmediatos provocando graves lesiones como queratitis o quemaduras en la córnea. Los síntomas que presentan los niños en estos casos pueden ser enrojecimiento, conjuntivitis, fotofobia, dolor o picores. En cualquiera de estos casos lo mejor es acudir de inmediato al oftalmólogo.

Para recibir asesoramiento específico o realizar cualquier consulta sobre oftalmología pediátrica no dude en contactarnos .