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la contaminacion ambiental y el glaucoma

¿Sabía que la contaminación ambiental y el glaucoma pueden estar relacionados? Tal y como demuestra un estudio realizado en el Reino Unido por University College of London: “Air pollution linked to higher glaucoma risk“, se ha descubierto que vivir en una zona altamente contaminada, aumenta las probabilidades de padecer glaucoma. Por lo tanto, la contaminación no sólo puede llegar a provocar riesgos para su salud como cáncer de pulmón, enfermedades cardíacas o graves infecciones respiratorias, sino afectar a nuestros ojos y visión.

En este post, le contamos las causas de esta posible relación, así como las consecuencias que puede tener para nuestra salud ocular esta enfermedad que afecta a más de 60 millones de personas en el mundo.

¿Qué relación hay entre la contaminación ambiental y el glaucoma?

El glaucoma es una enfermedad que roba visión al ojo de forma gradual. No presenta síntomas, por lo general, (más del 50% de la población que lo sufre, lo desconoce) por lo que la lesión gradual e irreversible provocada en el nervio óptico, de no ser detenida adecuadamente, termina derivando en la ceguera. Se produce una creciente pérdida de fibras nerviosas, formando un hueco en el interior de este nervio, y es cuando se pierden todas esas fibras nerviosas que se pierde la visión de forma total.

El estudio mencionado anteriormente fue realizado sobre 111,370 participantes, a los que se realizó un seguimiento sobre su salud ocular. Este estudio concluyó que la contaminación del aire podía estar contribuyendo al glaucoma debido a la constricción de los vasos sanguíneos. Asimismo, las partículas encontradas en el aire podían tener un efecto tóxico directo en el sistema nervioso. Las personas que vivían en las zonas más contaminadas, reportaban haber contraído glaucoma con un 18% más de probabilidad que aquellas habitantes de áreas con menos contaminación. Además, eran significativamente más propensas a tener una retina más fina, lo cual se reconoce como uno de los cambios más comunes en la progresión de glaucoma.

Por otro lado, el director del estudio defiende que la contaminación ambiental en el glaucoma puede ocasionar unas reacciones similares a las de la migraña: se producen espasmos en los vasos sanguíneos del ojo y alrededor del nervio óptico. Esto deriva en una mayor dificultad de los axones del nervio óptico para recibir el oxígeno y los nutrientes necesarios, y facilita el daño irreversible de la visión.

Dicho esto, aún no está claro que exista una relación directa entre la contaminación ambiental y el glaucoma. Por ello, se siguen realizando estudios e investigaciones para conocer los efectos, a corto y a largo plazo, que la polución puede tener en la circulación sanguínea del ojo, y el glaucoma.

En definitiva, aunque no se conozca con certeza la relación entre la contaminación ambiental y el glaucoma, esta es una enfermedad que, de no ser tratada a tiempo, puede terminar en ceguera, por lo que debemos tratar de mantener unos hábitos de vida saludables y lo más limpios posibles: algunos problemas como diabetes, hipertensión, obesidad, tabaquismo y altos niveles de colesterol, pueden jugar un papel perjudicial en nuestra salud.

Lo cierto es que, a pesar de que no se puede confirmar que la asociación sea causal, la contaminación del aire debe abordarse como una prioridad de salud pública, para evitar cualquier daño a nuestra salud ocular.

Independientemente de la polución, el glaucoma también puede estar asociado a otros factores como presión arterial baja u otras enfermedades vasculares, además del factor genético. También la incidencia del glaucoma tiende a crecer con la edad, por lo que recomendamos que se realice chequeos anuales a partir de los 40 años para poder descartar tanto esta, como cualquier otra enfermedad ocular.

Si quiere realizarse una revisión, póngase en contacto con nosotros. En Clínica Oftalmológica CIMO estaremos encantados de ayudarle. Y recuerde, ¡cuide su la salud ocular!