Ya hablamos de la importancia para la salud y vida visual de los pequeños de la detección a tiempo de problemas como el estrabismo.
“Torcer los ojos” o tener estrabismo es la incapacidad de alinear ambos ojos correctamente. Un ojo mira hacia un lugar y el otro hacia otro diferente pero, ¿cómo podemos saber si realmente nuestro hijo lo sufre? El diagnóstico del oftalmólogo es fundamental, pero antes de eso podemos ponernos en alerta con un par de comprobaciones que pueden realizarse en casa.
1. Test del reflejo de luz. Con una simple linterna a 25-35 cm del rostro del niño se busca el punto de luz reflejado en la superficie del ojo abierto (lo que llamamos la córnea). Si el reflejo está centrado en los dos ojos quiere decir que los ojos se encuentran alineados. Si no es así, existe una desviación manifiesta.
2. Cover test. Los niños más pequeños, especialmente los bebés, tienen la raíz de la nariz muy ancha y el pliegue superior de los párpados grande (epicantus). Esto puede dar la falsa sensación de que el niño “mete un ojo” al mirar hacia un lado u otro. El cover test es más difícil de realizar, sobre todo en bebés pero consiste en lo siguiente. Se coloca, sin apretar, una mano delante de un ojo y se aparta rápidamente. Si al destapar el ojo se aprecia un movimiento del mismo (hacia dentro o hacia fuera) posiblemente hay un estrabismo.
IMPORTANTE: estos dos “trucos” no sustituyen en modo alguno la exploración realizada por un profesional médico.
¿Cómo se cura?
Lo primero es saber si el niño tiene algún defecto de visión y en su caso poner las gafas adecuadas, aunque el niño sea muy pequeño.
Mensaje muy cariñoso para los padres: utilizar gafas no es un problema para el niño (lo es más para los padres). No utilizarlas puede ser un problema IRRECUPERABLE.
En segundo lugar y aunque parezca muy antiguo, sigue siendo la oclusión (el famoso parche) el mejor sistema para “castigar al ojo bueno y estimular al ojo malo”. El oftalmólogo decidirá durante cuánto tiempo y con qué ritmo realizar las oclusiones. Es bastante sacrificado para los padres estar pendientes permanentemente de las oclusiones y revisiones frecuentes necesarias pero es la mejor inversión que jamás podrán hacer.
La oclusión con parches sigue siendo la base del tratamiento del estrabismo. En determinados casos hay ejercicios especiales que pueden complementar los anteriores y finalmente la utilización de toxina botulínica y/o cirugía. La cirugía consiste en equilibrar los músculos que mueven los ojos. Son técnicas con buenos resultados en manos de especialistas.