
28 Nov ¿Qué es la ptosis o caída del párpado?
La ptosis palpebral o caída del párpado es un descenso permanente del párpado superior. En muchos casos esta caída del párpado llega a dificultar la visión incluso de manera total aunque no siempre es así.
Cuando este problema viene provocado por un daño palpebral en lugar de tratarse de un daño asociado al sistema neuronal, se denomina blefaroptosis.
¿Por qué se produce?
El origen de este problema puede variar de un paciente a otro:
Ptosis Congénita: se estima que alrededor de un 80% de los casos es una distrofia del músculo de alrededor del párpado que ocurre de nacimiento. En la mayoría de estos casos, la ptosis solo se presenta en uno de los ojos y por ello, al tapar solo un ojo, causa ambliopía en los pacientes. Sin embargo, cuando la caída se presenta en los dos ojos el afectado busca la manera de orientar la cabeza para evitar la interferencia de los párpados por lo que los problemas de visión que se pueden desarrollar son diferentes.
Ptosis neurógena: la caída del párpado puede estar provocada por daño nervioso del tercer par craneal causando parálisis en el motor ocular común.
Ptosis mecánica: se produce debido a que un por edema o hematoma en la zona externa de la órbita del ojo, un traumatismo en la órbita o en la zona del cráneo causan compresión y con ello una disfunción en el funcionamiento de los músculos del párpado.
¿Qué problemas provoca la ptosis?
Como ya señalábamos, más allá de temas estéticos, la caída del párpado congénita puede provocar problemas de visión como ambliopía, de ahí la importancia de tratarla cuanto antes en el caso de los bebés. Cuando hablamos de ptosis en ambos ojos, no se produce ambliopía pero sí problemas de agudeza visual.
¿Cómo se corrige la ptosis?
En función del origen de este problema, el tratamiento puede ser uno u otro.
En el caso de la ptosis congénita, cuando esta tapa gran parte de la pupila la intervención puede llegar a realizarse antes de cumplir el primer año de edad. Cuando afecta a ambos ojos, se suele posponer hasta cumplido el año para evitar las molestias de la intervención en bebés tan pequeños.
En estos casos la intervención quirúrgica pasa por colocar un hilo de nylon que permita dejar libre la visión. Cuando el niño crece, este hilo nylon se sustituye por un material integrable o se realiza una intervención de extirpación del músculo elevador.
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