Quién no ha oído alguna vez “… operaron recientemente a mi madre de cataratas…” sabiendo que se trata de algo relacionado con la vista pero sin tener realmente muy claro qué es.
Todos los humanos tenemos en el interior de nuestros ojos una especie de lenteja transparente llamada cristalino, de ahí su nombre.
A partir de los 40 años de edad, el cristalino empieza a cambiar, va perdiendo claridad, como si se estuviera enturbiando y llega incluso a “mancharse” del todo: a eso se le llama CATARATA.
Por lo tanto, una catarata no es una “telilla” o un “tumor”. Se trata de nuestro propio cristalino que de forma fisiológica, por causa de la edad, se va enturbiando y en consecuencia restando visión al paciente.
Todos vamos a tener cataratas (una en cada ojo) tarde o temprano; unos a los sesenta y otros más tarde.
Factores de riesgo para tener cataratas:
1. Edad avanzada: Es sin duda el factor principal. A los 75 años más del 70% de la población tiene cataratas significativas.
2. Diabetes.
3. Antecedentes familiares de cataratas.
4. Prolongada exposición a la luz del sol.
5. Tabaco.
6. Hipertensión arterial.
7. Obesidad.
8. Traumatismos, inflamaciones en los ojos.
9. Cirugías oculares previas.
10. Toma de medicamentos con corticoides (especialmente por vía oral e inhalados).
11. Cataratas de nacimiento (cataratas congénitas).
Cómo evitar las cataratas
Es evidente que el factor de riesgo principal, la edad avanzada, es difícilmente evitable, si bien es verdad que las costumbres sanas para nuestra salud (no fumar, alimentación tipo mediterránea, hacer ejercicio regular, etc.) serán beneficiosas para la prevención de las cataratas.
Una medida importantísima es utilizar gafas de sol homologadas para evitar la acción lesiva de la luz solar, y subrayamos homologadas ya que desgraciadamente cada vez vemos en la consulta más casos de lesiones, algunas graves, provocadas por el uso de gafas inadecuadas de dudosa procedencia (mercadillos, Internet, etc.). En este sentido, es fundamental el asesoramiento de un oftalmólogo y un óptico titulados. Pero este es otro tema de suficiente interés como para merecer un post aparte.
Cuando las cataratas producen una pérdida de visión, sólo la cirugía de la catarata puede devolver la vista al paciente. En ese caso es imprescindible el estudio de un oftalmólogo especialista en cataratas que decidirá qué tipo de operación realizar y el momento idóneo para hacerlo.
Afortunadamente, las operaciones de cataratas son, hoy en día, un gran avance de la ciencia, sobre todo si pensamos que con unas gotitas de anestesia, en apenas unos minutos, de forma ambulatoria y totalmente indolora, se consigue eliminar la catarata e implantar una lente intraocular que devuelve la visión al paciente, incluso sin gafas.