fbpx

Retina y Mácula

La retina es una fina capa de tejido sensible a la luz que recubre la parte interna del ojo. Los rayos de luz se enfocan sobre la retina, y ésta los transforma en información que viaja al cerebro a través del nervio óptico y se interpretan como las imágenes que vemos. La mácula es una pequeña área en el centro de la retina. Es la responsable de nuestra visión central y de detalles, que nos permite leer, coser o reconocer una cara.

El humor vítreo es una masa de aspecto gelatinoso que se encuentra detrás del cristalino, rellenando el globo ocular y dándole volumen.

Hay distintas patologías que pueden afectar la región macular. Todas ellas tienen en común presentar sintomatología que afecta la visión central, lo que se conoce como el “ síndrome macular “. Los síntomas más frecuentes son:

  • Distorsión de la visión similar a mirar a través de una espesa niebla o vidrio  ondulado.
  • Una mancha oscura o punto ciego en el centro del campo de visión.
  • La visión de las líneas torcidas ó imágenes distorsionadas (metamorfopsias).
  • Micropsias (ver objetos mas pequeños) o macropsias (ver objetos más grandes).

La rejilla de Amsler es una forma rápida y sencilla de evaluar su vista y detectar los primeros síntomas de una posible alteración de la zona central de la retina.

Retina y Mácula

Preguntas Frecuentes

¿Qué es la Degeneración Macular?

Es el deterioro de la zona central de la retina.
La mácula es el área que está ubicada en el centro de la retina, responsable de la visión central, lectura, visión de los detalles y colores, cuando hay buena iluminación. El resto de la retina es responsable de la visión nocturna y de la visión periférica o campo visual.
El centro de la mácula de denomina fóvea y es el área de máxima visión.
La mácula se puede degenerar, es decir, deteriorarse en su estructura y función. Se trata de un tejido sumamente especializado que se encuentra más frecuentemente dañado en personas de edad media o avanzada (Degeneración Macular Asociada a la Edad o DMAE), donde el envejecimiento y factores nutricionales juegan un papel fundamental. Afecta en general a ambos ojos, pero no siempre al mismo tiempo ni con la misma gravedad.
Cuando se habla de degeneración macular a secas habitualmente se hace referencia a la asociada a la edad.

¿Qué tratamientos existen para la degeneración macular?

El paciente debe mantener un buen estado general, en especial controlar el colesterol, limitar el consumo de bebidas alcohólicas, suspender el consumo de tabaco y una dieta rica en frutas y verduras. También es importante proteger los ojos de rayos ultravioletas.
Para la forma seca tan solo se dispone de algunos suplementos alimenticios y vitaminas antioxidantes, mientras que en la forma exudativa el principal tratamiento es la terapia con antiangiogénicos (sustancias que se inyectan en el interior del ojo y que actúan contra los neovasos y sus efectos), otros tratamientos son el empleo del láser, la terapia fotodinámica, en la que se emplean sustancias fotosensibles que se inyectan en vena localizándose los vasos anormales que han lesionado la mácula, y posteriormente con el láser se los destruye, y por último técnicas quirúrgicas.

Tipos de degeneración macular

La degeneración macular tiene dos tipos principales:
A) Degeneración macular “seca”: el defecto principal es un adelgazamiento o atrofia de la mácula. Es el tipo más frecuente y es una enfermedad de lenta progresión.
B) Degeneración macular “exudativa”: Se caracteriza por el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos anormales a nivel macular (neovasos), estos vasos al no funcionar adecuadamente exudan, es decir dejan salir su contenido, produciendo acumulación de fluido o sangre a nivel macular. Su evolución es más rápida.
En ocasiones, alta miopía, lesiones, infecciones, inflamaciones o mirar un eclipse pueden dañar el delicado tejido de la macula.
La degeneración macular es una enfermedad que tiene cierta relación hereditaria, los familiares directos de las personas afectadas deben consultar a un oftalmólogo a partir de la mediana edad.
Habitualmente en su estudio es necesario realizar Angiografías, que consiste en la inyección de un colorante en vena y la toma de fotografías del fondo de ojo que permiten valorar los neovasos y el pronóstico. También pueden ser útiles las tomografías de retina (OCT) que es un registro de imágenes (para el cual el paciente solo nota que se le hace una foto del ojo) que permite valorar las capas de la retina y los cambios producidos en ellas, informando de la actividad de la enfermedad y de la respuesta al tratamiento.

¿Qué pronósticos tiene la enfermedad?

La degeneración macular puede a pesar de los tratamientos producir una disminución de la visión debido a la atrofia o cicatrización retiniana que puede originarse en su evolución. Con el tratamiento se consigue enlentecer la progresión y mantener una visión útil durante más tiempo, pudiendo incluso obtenerse mejoría  o estabilización de la visión. La forma exudativa estabilizada se puede reactivar necesitando nuevamente inyecciones de antiangiogénicos, debiendo acudir al oftalmólogo cuando se produce un deterioro visual. Esta enfermedad requiere revisiones frecuentes en su seguimiento y habitualmente múltiples inyecciones, siendo el mínimo de tres.
La forma exudativa dejada a su evolución natural suele producir sangrado y cicatrización retiniana con pérdida profunda e irreversible de la visión.
Los pacientes con importante pérdida visual se pueden beneficiar de ayudas ópticas de lejos o de lectura, así como del uso de los filtros y otros elementos ópticos disponibles en Departamentos de Baja Visión. La visión periférica nunca se pierde lo que es de gran ayuda para la rehabilitación visual y para mejorar la calidad de vida.

¿Necesitas más información?